En primer lugar quiero que me hables un poco de ti, no te conozco y muchos lectores tampoco, por tanto quiero transmitir tu esencia. Háblame un poco de tu vida, tu personalidad, tus virtudes y defectos...en definitiva...ponernos en situación. 

Bueno, no sé muy bien por dónde empezar, jejeje… me llamo Sandra, aunque en realidad me bautizaron como Alexandra, pero no me identifico mucho con ese nombre. Soy la mayor de tres hermanos y siempre he tenido un gran sentido de la responsabilidad. Mis padres se separaron cuando tenía 18 años, así que durante toda la carrera (estudié Ciencias Ambientales) no pude irme de Erasmus y me quedé con esa espinita. Más tarde, cuando se normalizó mi situación familiar, me vine a Cádiz a estudiar un máster de Cooperación al Desarrollo. En Cádiz me encontré a mí misma y al amorcete de mi vida.

Soy una persona muy sensible, cariñosa y fácilmente amigable. Siempre he intentado ayudar y colaborar en voluntariados. Hubo un tiempo que creí que podría hacer del mundo un lugar mejor. Mi gran defecto es ser demasiado confiada e insegura. Soy muy perfeccionista y crítica conmigo misma. El gran acontecimiento fue convertirme en mamá, ese momento en el que tu mundo cambia en un instante, las prioridades, tus sueños, tus inquietudes, tu mundo… Cada día es un reto y mi vida es un adorable caos. 

¿Cómo conociste el scrapbooking? ¿Cuándo y por qué empezaste?

Viviendo en Cádiz conocí a una persona que muy pronto se hizo amiga mía, mi amiga Patri. Ella siempre ha sido muy creativa y muy cariñosa, así que todos los miércoles me invitaba a su casa a merendar y a hacer manualidades con ella. Te hablo del año 2009. Ella por entonces estaba en un foro que se llamaba “Técnicas de scrapbooking” y allí se subían tutoriales y retos. Yo recuerdo que muchas veces le decía que yo no quería engancharme mucho, que soy de las personas que como les dé por algo, ya no lo sueltan, jajajaja… Hicimos un blog, “Mujeres desesperadamente creativas”, y allí compartíamos lo que hacíamos. Recuerdo que lo primero que hice fue una caja alterada con técnicas de scrap para mi madre. Yo echaba mucho de menos a mis hermanos, asi que el scrap era una forma de canalizar la tristeza, recordarles y sentirme ocupada.

¿Cómo definirías tu estilo? ¿Y a ti misma?

Comencé teniendo un estilo vintage, creo que casi como cualquiera que empezaba por esa época. En serio, yo era anti-rosa, de verdad. Sin embargo, desde entonces mi estilo ha ido evolucionando muchísimo, ahora no sé cómo definirlo, a veces es un shabby chic y la mayoría clean and simple, y entre ellos muchas veces hago lo que me da la gana. Pero es verdad que me siento muy cómoda con tonos pasteles, fondos claros, y armonías de color y adornos.

¿Qué te aporta hacer scrap?

Uffff… me lo aporta todo. En un momento de mi vida me aportó un sueldo. Durante estos ocho años me ha aportado muchísima gente con la que he compartido creatividad, muchísimas risas, confidencias y mucho cariño. También me ha aportado algún mal rollo y grandes decepciones. Pero sobretodo me ha aportado el conocerme a mí misma, el crecer, el aprender, el conectarme con recuerdos, expresarme artísticamente… 

En nuestro hogar creo que el scrap es uno más de la familia. Y para mí son pequeñas cápsulas del tiempo.Pasará el tiempo, pero cada vez que abra un álbum o mire una lámina, podré trasladarme a estos momentos. Muchas veces me preguntan que si no me canso del scrap después de tanto tiempo… pero hoy por hoy siento que es imposible, incluso cuando saque mi oposición seguro que seguiré haciendo mis trabajos para mi :)

¿Cuál consideras que ha sido tu mejor proyecto hasta el momento?

Ay! Que difícil jajajajaa… Sinceramente, no creo que haya llegado aún mi mejor proyecto, a nivel técnico creo que aún tengo mucho que mejorar, pero es verdad que mis proyectos son cachitos de sentimientos, así que si me preguntas por mis preferidos seguramente fuera alguno de los últimos…